PERFIL DE PADRES DE FAMILIA
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Estimado Padre de Familia:

Aprovecho la ocasión y el medio para agradecer su visita a nuestra página web. A través de este espacio ponemos a su alcance toda la información necesaria para que usted nos conozca y aprecie nuestra labor educativa, reconociendo así los rasgos que nos distinguen y nos hacen ser una Institución con reconocimiento nacional e internacional.

Considerando que la persona es el centro de nuestro proyecto educativo, implementamos acciones que contribuyan a su formación integral; preparamos hombres y mujeres de bien, profesionales y con hábitos de servicio y solidaridad en favor de quienes más lo necesitan y en beneficio de las demandas que tiene la sociedad actual.

Para quienes trabajamos en la Universidad De La Salle Bajío, el compromiso con la mejora continua y el cuidado de la formación de quienes asisten a nuestras aulas es un imperativo, por ello revisamos de manera permanente nuestros programas, asegurando la calidad de éstos y la seriedad en la enseñanza, así como la creatividad y la eficacia en la difusión de la cultura en todas sus manifestaciones.

De la misma manera, es importante señalar que contamos con la infraestructura y equipamiento necesarios para atender a nuestros alumnos, asegurando espacios de práctica de los conocimientos adquiridos de acuerdo a los perfiles académicos.

Todo esto nos permite garantizar no sólo una excelente formación, sino una pronta inserción en el mundo laboral de acuerdo a lo que testifican nuestros egresados.

Bienvenido a la Universidad De La Salle Bajío.

Indivisa Manent. Lo unido permanece.
Andrés Govela Gutiérrez
Rector
guía de padres

Introducción

En la Universidad De La Salle Bajío consideramos a los padres como figuras trascendentales en la red de acompañamiento y apoyo que hemos formado para nuestros estudiantes.

De acuerdo a nuestro fundador San Juan Bautista De La Salle, entendemos por acompañamiento la acción de "caminar con" o "cuidar de alguien", los titulares de grupo, los maestros, los coordinadores académicos y los directores son las personas que "acompañan" a sus hijos.

Seguramente se estarán preguntando, pero… ¿Cómo acompañar a mis hijos si están en la escuela, si están estudiando fuera de la ciudad o si ya están en la universidad y son "grandes"?

A continuación abordaremos de manera sencilla situaciones y sugerencias para acompañar a los hijos de acuerdo a su edad, etapa de estudios, la distancia, etc.

Características del Desarrollo del Adolescente

De acuerdo a los diferentes niveles educativos: secundaria, preparatoria, universidad; nuestros estudiantes difieren unos de otros debido a la etapa de desarrollo en que se encuentran.

El chico que va a entrar a la secundaria (adolescente temprano) se caracteriza porque así como necesita ser mirado y reconocido por sus padres, también requiere de una distancia saludable; habitualmente rechazará la cercanía física pero no es porque no quiera a los padres, es una medida de seguridad mental, implementada para tener tiempo de procesar sentimientos, afectos, sensaciones, etc. Puede presentar comportamientos o estados de ánimo cambiantes; por ejemplo, puede mostrarse muy sociable y a las pocas horas se encierra y se niega a compartir, aún con la familia. Para él, su grupo de amigos resulta trascendental, además de ser un grupo de referencia e identificación (cómo vestirse, hablar, comportarse, etc.) también resultan importantes acompañantes afectivos. Suelen ser egocéntricos, sentir que todo gira o debería girar en torno a ellos y sus necesidades.

El cuerpo infantil cambia, sufre transformaciones importantes producto de la actividad hormonal propia de la edad, de manera que el chico tiene que acostumbrarse a su "nuevo cuerpo" y ajustar su imagen corporal, es decir, la representación mental que tiene de sí mismo. Esto involucra procesos emocionales y mentales a nivel profundo, lo que puede generar desajustes, ansiedades y en algunos casos, hasta conflictos en los jóvenes.

A estas circunstancias naturales y propias del momento de vida, se pueden agregar las presiones socioculturales, y a veces hasta familiares, que hay para los chicos en este sentido. Por presiones nos referimos a cuando al joven o a la chica se le cuestiona su físico o su actitud, y que son presiones que les pueden llevar a tratar de adoptar conductas riesgosas para sí mismos o para los demás; por ejemplo: que las chicas se obsesionen por su figura, hasta ser extremadamente delgadas (inclusive desarrollar un trastorno alimenticio) o que los chicos se involucren en las pandillas para "hacer paro" (pelearse para apoyar a amigos o compañeros) o en actividades de bullying.

Algunas señales de alarma, que indicarían problemas son: que se quede en casa siempre, que descienda en calificaciones, cambios en el peso o hábitos de alimentación, problemas para dormir, altibajos persistentes en el estado de ánimo, entre otros.

El joven que ingresa a la preparatoria se encuentra en la fase de adolescencia propiamente dicha, ya ha pasado por la desestabilización que se da con los cambios físicos y la carga hormonal, pero aún tiene grandes tareas de desarrollo que cumplir. El adolescente enriquece su personalidad a través de nuevos aprendizajes, experiencias e identificaciones; canaliza sus impulsos y sigue desarrollando valores, normas e ideales. El preparatoriano puede estar trabajando aún en la regulación de sus impulsos, de manera que algunas veces puede manifestar cierta inestabilidad emocional; a veces se comporta de manera infantil y otras, demanda trato de adulto.

En estos momentos, el preparatoriano se vuelca hacia el exterior, necesita tener vínculos diferentes a los establecidos en familia; se intensifica la búsqueda de la persona a quien amar. El adolescente también se haya en la construcción de su identidad; es decir la integración de quién es, quién quiere ser, cómo se siente, hacia dónde va, etc.

El preparatoriano sigue experimentando las presiones sociales referidas a estar a la moda, tener y ostentar cosas (ropa, accesorios, teléfonos, radiolocalizador), ser bonita o fuerte, ser "popular", tener novio (a), etc. Ante dichas presiones, el adolescente puede manifestarse desesperado, inquieto, irritable, triste, etc. Es necesario trabajar en el desarrollo de una serie de habilidades sociales y en general, en el fortalecimiento interior del joven, para que su persona resista tales exigencias.

Sobre la relación con los padres, existe un conflicto generacional que debe ser trabajado entre padres e hijos nunca evadido. El conflicto tiene que ver con los deseos de autonomía del joven, su necesidad de probar y retar los límites establecidos, su necesidad de diferenciarse de los padres, de buscar alguien a quién amar fuera de la familia, etc. La tarea de los padres es, mantenerse como tales, San Juan Bautista decía que a los niños y jóvenes se les debe "educar con ternura de madre y firmeza de padre". Años más tarde, cuando los hijos maduren y completen la tarea de separación parental y hayan establecido relaciones fuera del hogar, se reconciliarán con los padres y seguirán amándolos, pero esto no es un proceso automático, es necesario que ambas partes trabajen en la construcción de una relación para que ocurra.

El estudiante de universidad (adolescente tardío) enfrenta tareas y retos diferentes. Se esperaría que el joven fuera más maduro en todas sus dimensiones personales, que tuviese más dominio de sus deseos inmediatos, que pudiera priorizar responsabilidades; que fuese más reflexivo y analítico; más realista, es decir, la fantasía del adolescente de secundaria y prepa ya debería estar refrenada en el universitario. El objetivo final de este momento de vida es que el joven logre su identidad personal y autonomía. Esto es, que sepa quién es, que se conozca y acepte su persona, que defina un rol de género, sexual, familiar, laboral y social; que se prepare para la emancipación de los padres, esto incluye definir una identidad profesional y su orientación laboral, además del desprendimiento afectivo y, ¡atención!, esto no significa dejar de querer a los padres, solamente es ya no depender de ellos económicamente o para que les resuelvan los problemas cotidianos, etc. Con el cumplimiento de estas tareas, el joven universitario podrá orientarse hacia el futuro y pensar en formar una familia.

Pero, qué pasa que estas expectativas de desarrollo parecen no estarse dando, pues ocurre que si el adolescente no cumplió con sus tareas de desarrollo anteriores, permanece inmaduro y será difícil que alcance el logro de las tareas ya mencionadas. Además, los jóvenes contemporáneos se ven expuestos a una serie de presiones sociales, factores y situaciones de riesgo que tienen que aprender a ir sorteando, de manera que su desarrollo personal no se vea alterado.

En la actualidad, una gran dificultad de los jóvenes es que se han perdido las demarcaciones, los límites que permiten funcionar a las personas. De manera que los chicos están perdidos, creyendo en lo que pueden y tienen a la mano.

Las instituciones sociales, como el matrimonio y la familia se encuentran en proceso de cambio, de manera que el joven tiene menos de donde asirse. Han aparecido también nuevas figuras, que ofrecen elementos de identificación y valores, que no siempre serán saludables.

Es momento pues, de rescatar las instituciones, las figuras, los roles, las funciones… porque es lo que le da el marco referencial al joven que está en pleno proceso formativo.

Riesgos Psicosociales

Una vez que tenemos claro cómo se caracterizan lo jóvenes de acuerdo a su etapa de desarrollo, es conveniente hablar de los riesgos psicosociales. Se define como riesgo la posibilidad de que la presencia de algunas conductas o situaciones específicas conduzcan a daños en el desarrollo de las potencialidades del adolescente y den como resultado el deterioro de su bienestar y salud, de su proyecto de vida o incluso de la supervivencia personal o de otros. Algunos ejemplos de conductas de riesgo son: consumir alcohol, consumir drogas, realizar actos antisociales es decir que ponen en juego cuestiones legales, la violencia escolar (bullying) y otros.

Existen sin lugar a dudas, conductas que involucran riesgos y que son propias de los jóvenes; ellos asumen cuotas de riesgo, generalmente son conscientes de ello pero son conductas necesarias como parte del compromiso y la necesidad de un desarrollo enriquecido y más pleno. Por ejemplo: salir a fiestas de adolescentes en donde pueda haber alcohol y quizá drogas, ser rebelde, como una manera de diferenciarse de los adultos y de confirmarse como persona.

Las consecuencias destructivas del riesgo serán variables de acuerdo a la etapa de desarrollo del estudiante, las condiciones de protección y los recursos personales con que cuente para efectuar ajustes o integraciones transformadoras de la situación que le ayuden a salir "bien librado".

Así como existen factores de riesgo también existen los factores protectores que son las influencias que modifican, mejoran o alteran la respuesta de una persona a algún peligro que predispone un resultado no adaptativo. Son ejemplos de factores protectores: la unidad familiar, la buena comunicación entre los miembros de la familia, la interacción con los abuelos, una buena autoestima, buenas experiencias escolares, desarrollo de valores personales, saber comunicarse asertivamente etc.

Ustedes se preguntarán y ¿Cómo ayudar a los hijos a fortalecerse y a enfrentar los riesgos psicosociales? A continuación una serie de recomendaciones que responden la pregunta.

• Es importante dar al hij@ reconocimiento.
• Fomentar la escucha mutua y la comunicación asertiva.
• Contribuir a su inserción social.
• Sea padre-madre de su hij@, no su amigo, ellos tienen la tarea de hacer vínculos de amistad fuera de casa.
• Resista la tentación de verse como, o a través de su hij@.
• Fomente las relaciones con abuelos y otros familiares significativos.
• Implemente disciplina con dignidad: límites y consecuencias de manera respetuosa.
• Si en algún momento se siente rebasado por la problemática que enfrenta con su hijos adolescentes, busque ayuda profesional.
• Participe en los programas de trabajo con padres. Nuestra secundaria y nuestras preparatorias los ofrecen. Pregunte al director de la escuela.
• En la Universidad ofrecemos programas de prevención para los alumnos, motive a su hijo a participar en ellos, preguntándole al respecto.

Comunicación

Al hablar de los hijos es indispensable abordar el tema de la comunicación. La comunicación es la llave para lograr relaciones armoniosas entre padres e hijos, muchas de las problemáticas que se dan entre ambos se deben a dificultad para comunicarse de manera asertiva y por la desintegración entre el lenguaje verbal y corporal; es decir podemos decir ciertas cosas verbalmente pero nuestros gestos y movimientos dicen otra cosa. Los problemas de una comunicación inadecuada tienen que ver tanto con los conflictos propios de los hijos adolescentes como con la dificultad de los adultos para expresar lo que sienten y lo que quieren.

¿Cómo se comunican los adolescentes? Debido a la impulsividad propia de su edad, ellos comunican mucho de lo que sienten y piensan a través de la acción: con gritos, por medio de sus juegos, con dibujos, en su vestuario y usando la tecnología.

Los chicos de hoy han encontrado en la tecnología una alternativa para comunicarse consigo mismos y con los demás. La música puede ser un refugio, con mensajes auto dirigidos o una forma de comunicar sus vivencias y emociones. Los celulares, smarthphones y las redes sociales resultan artículos indispensables y han sustituido en gran medida a la comunicación directa, presencial. Los juegos de video son una forma de descargar la ansiedad, temores y fantasías; les ayudan también a vivir experiencias no asequibles desde su realidad.

A continuación le mostramos algunas recomendaciones que le ayudarán a mejorar la comunicación con su hijo@ adolescente:

• Escuche con calma, trate de entender el punto de vista del chico.
• Comprenda los sentimientos de los hijos, aunque no siempre apruebe su conducta.
• Haga preguntas simples que los chicos puedan contestar fácilmente.
• De opciones de respuesta.
• Sea un padre-madre a quien se les pueda preguntar.
• Evite humillar a su hijo@.
• Anime a sus chicos a tener confianza en sí mismos.
• Anímeles a participar en decisiones familiares y a trabajar en conjunto.
• Trate de mantener un equilibrio entre hacer concesiones o dar libertades y ofrecer contención como adulto.
• Entienda que los adolescentes necesitan desafiar sus opiniones y estrategias, como una forma de lograr separarse para continuar su desarrollo y constituir su propia identidad adulta.
• Recuerde siempre que el amor y el respeto pueden mantenerse aún en situaciones donde los puntos de vista sean diferentes.

Disciplina

Hemos hablado de las características de los hijos de acuerdo a su etapa de desarrollo, de los factores de riesgo, los factores protectores y la comunicación, ahora tocaremos el tema de la disciplina con dignidad. Seguramente mantener el orden y lograr que los hijos se "porten bien" es una preocupación de los padres.

La libertad es aquello que permite el desarrollo de las manifestaciones espontáneas del individuo, sin embargo no debemos entender por libertad el movimiento desordenado, sin objetivo o con intención de daño a las personas o las cosas. Partimos de que el ser humano tiene una disciplina natural, a partir de la cual se podrá fortalecer la disciplina social.

Cuando hablamos de límites en cuestiones educativas y formativas, hablamos de dar a la persona un marco de referencia, de orientación consigo mismo en su relación con lo que le rodea; este marco le da al individuo el parámetro para saber qué puede hacer, cómo, cuándo, dónde, con qué, para qué, hasta dónde, etc.

Los límites dan estructura mental, emocional y afectiva, ayudan a dar seguridad, confianza, orden, generar autoestima, favorecen la creación de un auto concepto positivo; en suma contribuyen al desarrollo de una personalidad equilibrada emocionalmente. Donde no hay límites no puede haber desarrollo, el caos lleva al estancamiento, a la inhibición de potencialidades, al deterioro de la inteligencia, a la desviación de la conducta de la persona, entre otras cosas.

La "clave" del desarrollo y crecimiento del sujeto es el respeto, ya que hay leyes innatas, las cuales determinan cuando, qué y dentro de qué límites aprenderá o se desarrollará. Es importante recordar que toda persona tiene un sentimiento profundo de la dignidad personal que puede recibir heridas profundas de difícil reparación. Esto ocurre cuando la persona, en este caso el joven adolescente, recibe comentarios, reconvenciones, señalamientos, regaños y/o agresiones francas de parte de otros, aun cuando sea en aras de establecer orden. Es decir, hay que ser cuidadosos en las cosas que se dicen y cómo se dicen, porque se pueden infligir lastimaduras emocionales profundas, y en lugar de ayudarle al hijo a organizarse mentalmente a través de los límites o disciplina lo que estaríamos haciendo sería prolongar la brecha comunicacional y la distancia emocional.

Entonces, ¿cómo lograr que haya disciplina, límites y respeto con nuestros hijos?

• Primero es importante recordar que lo que se limita es la conducta, no los sentimientos del hijo adolescente.
• Sea firme pero conserve la tranquilidad.
• Señale el problema en pocas palabras.
• Ponga límites claros y acordes a la problemática o asunto que se está tratando.
• Establezca las consecuencias de exceder los límites .
• Recuerde a su hijo (a) lo que espera de él (ella).
• Sea constante, es decir, no aplique consecuencias en algunas ocasiones y en otras no.
• Consistente, su comportamiento debe ser el mismo siempre ante circunstancias parecidas.
• Coherente, por ejemplo: trate de conservar un lenguaje moderado en casa, si habla con altisonancias, su hijo@ se sentirá confundido y molest@ si le exige corrección en sus expresiones.
• No se contradiga.
• No desautorice a su cónyuge.
• Y recuerde, si se siente rebasado por las circunstancias, acuda a un especialista; los psicólogos, orientadores y psicoterapeutas siempre podrán ayudarle a encontrar soluciones.

Valores

Una tarea fundamental de los adultos es acompañar al joven en el desarrollo de los valores, que ellos puedan descubrir, apreciar e incorporar como propios los valores humanos, indispensables para el desarrollo integral de la persona.

Los estudiosos del desarrollo humano sostienen que el desarrollo moral inicia desde edad temprana (entre los 2 y 3 años de edad, para Freud; 4 años para Kohlberg y Piaget), que en un primer momento la persona actúa preponderantemente bajo controles externos, que poco a poco se van incorporando los estándares de personas que ostentan autoridad o que son significativas para el niño , hasta que finalmente el sujeto va más allá de agradar a los otros y mantener cierto orden social, logrando principios morales sostenidos, que ha incorporado, ya que son internos y le permiten tomar decisiones entre diferentes estándares morales, aun los que resultan conflictivos u opuestos.

Es importante entonces que los adultos vayan marcando algunas directrices en este sentido para los jóvenes; la disciplina y límites, de los que ya hemos hablado cumplen una parte de esta función, pero el ejemplo del adulto y el cómo se viva cotidianamente también influirá de manera importante en este desarrollo.

En la filosofía lasallista destacan los valores de fe, fraternidad y servicio. Entendemos por fe aquello que estimula y anima el desarrollo de la interioridad y espiritualidad de los estudiantes y que propicia un encuentro personal y comunitario con Dios. La fraternidad incluye el amor hacia los demás, la aceptación realista de los otros, el conocimiento mutuo, la disposición al diálogo, la comprensión de nuestros semejantes y el sentido de hermandad; estos desarrollos llevarán al joven a la integración constructiva de una sociedad solidaria con los más necesitados y discriminados. El servicio, es el mecanismo a través del cual se auxilia a los que sufren dificultades, basándose siempre en el bien común y la construcción de una sociedad más justa.

En la comunidad lasallista vivimos cotidianamente estos valores, y de ahí van fluyendo otros, como la equidad, la justicia, la lealtad, etc. Al ser parte de nuestra vida cotidiana, los jóvenes los van incorporando también naturalmente.

Aunque es importante mencionar que en los jóvenes, en diferentes momentos y de acuerdo a los grupos en los que se encuentran insertos, llegan a establecer sus propias escalas valores y principios de acuerdo a los cuales se conducen diariamente.

La ideología social, del grupo de pares, puede llegar a ser más importante que los valores familiares o de la sociedad global, por eso es fundamental que el adulto se encuentre cerca, para acompañarle en la resolución de los conflictos derivados de la lucha interna por establecer una escala de valores personal, que sea compatible con su grupo de referencia y con la sociedad en general. Hay una frase de Erick Erikson, un estudioso del desarrollo emocional humano, que resume este dilema: "el hombre sufre por el problema relativo a lo que debe creer y lo que debería o podría llegar a ser".

La Familia

Todos han escuchado sobre la importancia de la familia, incluso ha llegado a convertirse en un cliché. Sin embargo, hay estudios e investigaciones serias, a partir de las cuales los preventólogos, especialistas en salud que se dedican a prevenir los riesgos psicosociales y las enfermedades mentales, hablan de la importancia de rescatar a la familia, se menciona particularmente que la presencia de los abuelos resulta benéfica para un buen desarrollo de los hijos, ya que los abuelos dan calidez, comprensión y una escucha diferente a la de los padres.

Por supuesto, los padres siguen y seguirán siendo figuras de apoyo trascendentales en la vida de los jóvenes, que tienen que cumplir algunas funciones paternas básicas como la satisfacción de necesidades primarias, dar protección, orientación y apoyo. Por eso es importante reflexionar ¿qué espera el adolescente de sus padres?

A continuación enumeramos algunos puntos, que podrían ser un buen inicio para el acercamiento a los hijos.

• No se les trate como niños.
• Tenga fe y confianza en ellos.
• Los jóvenes desean que se les ame y acepte como son.
• Que les escuchen y traten de entenderlos.
• Que se interesen en ellos.
• Recibir orientación.
• Todo hijo quisiera que sus padres sean divertidos.
• Y que les hagan sentirse orgullosos.

Recomendaciones Finales

Hasta aquí, hemos completado este breve recorrido del desarrollo y características de los jóvenes y hemos dado algunos tips sobre cómo acompañar a los hijos desde casa, que esperamos sean de utilidad en la ardua tarea que enfrentan cotidianamente.

Ahora sólo podemos insistir en que no están solos, los invitamos a acercarse a las autoridades educativas si tienen alguna dificultad en particular con su hijo (a), ellos les orientarán sobre el asunto o les referirán al área correspondiente para atender cada situación.

"El mejor legado de un padre a sus hijos es un poco de tiempo cada día" -Battista-

breve monografía de la ciudad

La ciudad de León está situada estratégicamente en el centro del país, entre el Bajío Guanajuatense y los altos de Jalisco. Su mayor actividad económica se perfila a la industria del cuero y calzado, lo que la ha convertido en un sitio equipado con la mejor infraestructura para negocios, transporte y servicios.

Actualmente León tiene una población de 1, 278, 087 de habitantes, situándola como una de las ciudades más pobladas del estado de Guanajuato y una de las plazas con más altos índices de desarrollo en los últimos 10 años a nivel nacional.

Sus servicios de primera calidad e infraestructura hotelera y de transporte la convierten en uno de los centros más importantes de México con opciones de educación, entretenimiento, gastronomía, diversión, arte y recreación.

Cuenta con modernas carreteras y un aeropuerto internacional que lo comunica fácilmente con las principales ciudades del país; está a sólo 5 horas de la Ciudad de México, 2 horas de Guadalajara y su céntrica ubicación permite la comunicación con mayor facilidad a distintos destinos de la República Mexicana.

Visita los sitios oficiales de la Ciudad: www.leon.gob.mx http://www.leon-gto.com.mx/
preguntas frecuentes

1. ¿Cómo es el plan de estudios?

Los planes de estudios son semestrales y la duración de la carrera depende del programa.

2. Mi lugar de residencia es fuera de la Ciudad de León ¿Cuentan con algún sitio donde mi hijo o hija pueda vivir?

La Universidad cuenta con Residencia Universitaria para hombres y mujeres dentro de las instalaciones del Campus Campestre. Para conocer todos los detalles le pedimos visitar la sección de Residencia.

3. ¿Existe algún descuento por el pago total del semestre?

Sí, es del 5% sobre el pago total de las colegiaturas del semestre y deberá realizarse al inicio del mismo.

4. ¿Cuántos pagos se realizan al semestre?

Es un pago de inscripción y 5 pagos de colegiatura por semestre, todos del mismo costo.

5. ¿Qué plazo se les otorga a los alumnos de nuevo ingreso para la entrega de su certificado de preparatoria?

El plazo es de un mes después de que iniciaron las clases.

6. ¿Qué reconocimiento tiene el programa que va a estudiar mi hijo?

Todos nuestros programas cuentan con RVOE ante la Secretaría de Educación Pública.

7. ¿Cuál es el costo adicional para que mi hijo vaya de Intercambio Académico?

Respecto a la colegiatura, el costo seguirá siendo el mismo y seguirá pagándose a nombre de la Universidad De La Salle Bajío. Los costos adicionales serán aquellos que sean generados por el viaje y la estancia en el lugar a donde se realiza el intercambio. Para más información puede visitar el espacio del Departamento de Internacionalización e Interculturalidad.